Riad Petite Rose
Servicios principales
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Wi-Fi
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Servicios 24 horas
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Piscina
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Comida/Bebida
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Salas de reuniones
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Prohibido fumar
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Agradable para niños
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Aire acondicionado
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No se permiten mascotas
Ubicación
El Hotel Riad Petite Rose Marrakesh, que dispone de una piscina de inmersión, está situado en el distrito Medina, a unos 5 minutos en coche del Jardín Majorelle. Situado a un par de minutos en coche de la Plaza de Yamaa el Fna, el hotel, que cuenta con vistas a la piscina, es conocido por sus servicios, entre los que se incluyen piscina de inmersión y piscina cubierta.
Si te alojas en el hotel Riad Petite Rose, podrás descubrir la Mezquita y Minarete Kutubía, situado a unos 1 km, o visitar instalaciones deportivas como el Campo de golf de Amelkis, situado a 4 km. El Teatro Real está a unos 25 minutos a pie de este hotel, mientras que la estación de autobuses Riad Laarous, está a tan solo 450 metros. Para enriquecer tu conciencia histórica, visita el Palacio De La Bahía, que se encuentra a 2 km de este establecimiento. Para los que viajan desde lejos, el aeropuerto Marrakech Menara está a 15 minutos en coche.
Las habitaciones para alérgicos del hotel Riad Petite Rose Marrakesh combinan comodidades como servicio de planchado y climatizador con instalaciones modernas como TV de pantalla plana con canales vía satélite. También cuentan con patio y un vestidor. Los huéspedes tienen acceso a inodoro separado y ducha, así como comodidades del baño como secadores de pelo y toallas de baño.
Los huéspedes del Riad Petite Rose disfrutarán de un desayuno halal diario durante su estancia. El riad ofrece un restaurante a la carta y un bar en el vestíbulo. Este lugar tiene un bar con Wi-Fi y televisor. Prueba las especialidades saludables en el restaurante Bazaar Café, que está cerca del hotel.
Reseña de un crítico de hotel
Desde el momento en que llegamos, el trato del personal fue excepcional; Nos recibieron con un té caliente y unos dulces que, por cierto, estaban para chuparse los dedos. La atención y amabilidad del staff hicieron que nos sintiéramos como en casa, sobre todo cuando nos ofrecieron un desayuno delicioso incluso a la hora más temprana. La ubicación es un refugio de tranquilidad que contrasta perfectamente con el bullicio de Marrakech, y cada rincón del Riad está decorado con un gusto exquisito. Además, contar con un servicio de almacenamiento de equipaje facilitó muchísimo nuestra despedida, ya que pudimos disfrutar de la ciudad sin preocuparnos por nuestras maletas. Sin duda, una experiencia que recomendaría y una joya que no dudaría en visitar nuevamente.